Tenía ¡tan sólo! quince años
la piba aquella del rancho de latón,
se creía curtida en desengaños
hasta que uno le juro eterno amor.
Fue un lindo flasheo de verano,
fundidos en uno solo los dos,
hoy el chanta se ha borrado
y ella mezcla llanto con alcohol.

¡Tetrabrik, sepulcro del dolor!
Ella encuentra al besarte
el insólito consuelo de una madre.
¡Tetrabrik, vampiro bermellón!
Ella bebe de tu sangre,
garganta que le arde.
y vos vaciás su corazón.

Cuando vino el final, la despedida,
y quedó en compañía de su soledad,
el ruido de los autos en la avenida,
susurro parecido al del mar,
le ayuda a abrir la herida,
en las penumbras d'un umbral
manchada de luces está la piba
que llora y no para de escabiar.

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